miércoles, 20 de abril de 2016

EL PIE EN LA TERCERA EDAD

A lo largo de la vida nuestro cuerpo va cambiando. Podríamos resumir que tenemos tres fases crecimiento, madurez y envejecimiento.

Hoy vamos a hablar de los cambios que sufren los pies durante el proceso de envejecimiento. Muchos de ellos son naturales e inevitables, pero como pueden derivar en patologías que alteren nuestro día a día vamos a intentar orientaros para prevenirlas mejoran la calidad de nuestra vida.

El principal motivo de consulta de los pies en la tercera edad es la deformación de los pies. Esto es debido a varios factores:
  • Artrosis y Artritis
  • Osteoporosis
  • Desgaste articular rodillas y caderas
  • Mal calzado
Para prevenir estas patologías debemos pensar en nuestro estilo de vida, ya que muchas de ellas están relacionadas con la alimentación, el calzado o el trabajo que hemos realizado.
Si ya presentamos artrosis, por ejemplo, deberemos centrarnos en prevenir las molestias derivadas de la deformidad. Buscando un calzado adecuado con espacio suficiente para que nuestro pie no se deforme más y no nos cause dolor al caminar.

Si aun así tenemos molestias al caminar, deberemos ir al traumatólogo, podólogo o fisioterapeuta para obtener un diagnóstico personalizado. Que nos permita llegar al tratamiento que nos elimine las molestias.
Existen muchos tratamientos actualmente: infiltraciones, cirugía, terapia manual, plantillas a medida, ortesis de silicona… No hay que resignarse a caminar con dolor.

Otro motivo de consulta común en la tercera edad son los problemas de la piel, podemos encontrar:
  • Callos y ojos de pollo
  • Durezas
  • Ulceras
  • Uñas engrosadas
  • Piel muy seca y descamada

Con los años la piel se vuelve menos elástica y más seca. Se hacen necesarios cuidados específicos que eviten incomodidades y lesiones. Una crema hidratante específica para esta zona aplicada a diario suele ser suficiente para mantener la piel de nuestros pies en perfectas condiciones.

Si el problema es la aparición de callos y durezas, deberemos acudir a la consulta de un podólogo que nos realice un tratamiento específico, realizando un estudio personalizado y eliminado las lesiones.
Un calzado con más amortiguación en la suela y de materiales suaves evitara la reaparición de estas lesiones en el futuro.

En cuanto a las uñas, lo más habitual es que con los años se vuelvan más duras y más gruesa.
Para solucionar este problema es necesario acudir a la consulta de un podólogo que pueda recortarlas adecuadamente y fresarlas para reducir su volumen. Así, conseguiremos aumentar el espacio para los dedos dentro del calzado mejorando mucho la sensación al caminar.

Como conclusión queremos decir que la mayoría de estos tratamientos necesitan ser repetidos periódicamente, ya que, aunque mejoren mucho después de un tratamiento adecuado. Si están producidos por un proceso degenerativo necesitaran un mantenimiento para poder mantener nuestra calidad de vida.

Para pedir cita o realizar una consulta puedes llamar al 616 828 738





No hay comentarios:

Publicar un comentario